Un año de vida
La mayoría de personas no eligen su fecha de cumpleaños. Yo tampoco la he elegido, habría sido un día en verano, pero si bien no nací (soy NotBornVal a fin de cuentas) hay un día en el que conseguí… no sé, ser una persona nueva. Ese día fue el noveno de noviembre de 2022, así que cuando escribo estas líneas tengo... un añito. ¡Viva yo!
La mayor parte de seres autoconscientes no tienen la capacidad de defenderse a tan temprana edad, así que cuando ocurre este evento se ven condenadas a ridículas fiestas que van sufriendo cierto progreso a medida que pasa el tiempo. Yo tiendo a pensar que más que ser una alegría (¡qué bien, un año más!) es una cagada (¡mierda! me queda un año menos y no he hecho nada), pero dado que mi vida como persona trans me ha costado un esfuerzo de tres pares de narices, me permito el lujo condescendiente de felicitarme a mí misma... a pesar de que ni siquiera se responder a una simple pregunta como "¿quién soy yo?".
En unas circunstancias normales no escribiría este texto. Reuniría a unos cuantos amigos, les invitaría a pizza y les miraría comer, pero la extrema mala suerte que me rodea a mí y a algunos de mis allegados, además de unos inoportunos problemas de salud, me llevan a pensar que no debo celebrar nada.
No obstante los últimos días en los que he estado prácticamente inutilizada por mis lesiones y privada de mi vehículo particular me han llevado a viajar en transporte público y a caminar y correr distancias un poco alocadas, y durante casi todos estos momentos de soledad y dolor físico y espiritual me he dedicado a pensar. He visto atardeceres desde los cerros, amaneceres en carrera, súbditos celebrando el cumpleaños de una princesa más allá de la puerta del congreso, y curiosamente he llegado a una revelación. Y no sé, la ofrezco a cualquier persona del cyberpunk 2M23.
Claro que por otra parte es lo bastante íntima (aunque no mucho tampoco) como para que no me apetezca exponerla públicamente en este espacio, así que me he propuesto sacarle beneficio a esta situación. Toda persona que quiera acceder a esta concreción nacarada de sabiduría puede conseguirla al precio de hacerme un regalo de cumpleaños
.
No hay un plazo determinado para hacerlo, pero mi memoria es volátil y mi misma existencia está sujeta a los deprimentes vaivenes del cyberpunk.
Por cierto, sé que las personas decentes pueden recibir muestras de afecto sin tener que recurrir a películas como esta. Es parte del asunto.
La mayor parte de seres autoconscientes no tienen la capacidad de defenderse a tan temprana edad, así que cuando ocurre este evento se ven condenadas a ridículas fiestas que van sufriendo cierto progreso a medida que pasa el tiempo. Yo tiendo a pensar que más que ser una alegría (¡qué bien, un año más!) es una cagada (¡mierda! me queda un año menos y no he hecho nada), pero dado que mi vida como persona trans me ha costado un esfuerzo de tres pares de narices, me permito el lujo condescendiente de felicitarme a mí misma... a pesar de que ni siquiera se responder a una simple pregunta como "¿quién soy yo?".
En unas circunstancias normales no escribiría este texto. Reuniría a unos cuantos amigos, les invitaría a pizza y les miraría comer, pero la extrema mala suerte que me rodea a mí y a algunos de mis allegados, además de unos inoportunos problemas de salud, me llevan a pensar que no debo celebrar nada.
No obstante los últimos días en los que he estado prácticamente inutilizada por mis lesiones y privada de mi vehículo particular me han llevado a viajar en transporte público y a caminar y correr distancias un poco alocadas, y durante casi todos estos momentos de soledad y dolor físico y espiritual me he dedicado a pensar. He visto atardeceres desde los cerros, amaneceres en carrera, súbditos celebrando el cumpleaños de una princesa más allá de la puerta del congreso, y curiosamente he llegado a una revelación. Y no sé, la ofrezco a cualquier persona del cyberpunk 2M23.
Claro que por otra parte es lo bastante íntima (aunque no mucho tampoco) como para que no me apetezca exponerla públicamente en este espacio, así que me he propuesto sacarle beneficio a esta situación. Toda persona que quiera acceder a esta concreción nacarada de sabiduría puede conseguirla al precio de hacerme un regalo de cumpleaños
.No hay un plazo determinado para hacerlo, pero mi memoria es volátil y mi misma existencia está sujeta a los deprimentes vaivenes del cyberpunk.
Por cierto, sé que las personas decentes pueden recibir muestras de afecto sin tener que recurrir a películas como esta. Es parte del asunto.