¿Quien echará de menos a los youtubers muertos?
Este contenido está motivado por el fallecimiento hace un mes de un youtuber cuyo nombre tampoco me voy a poner a señalar, porque no es que la identidad de un sujeto sea particularmente relevante en comparación con el hecho paradigmático en sí. Lo importante son los hechos, independientemente de a quién le sucedan.
En primer lugar, su canal se dedicaba a reseñar comida basura. Y cuando digo basura, quiero decir, carnes ultraprocesadas, fritos, patatas fritas u otros snacks, dulces, y en una ocasión, cuando estaba en el hospital, un espárrago que se vio obligado a comer y que despreció como si fuera la comida de alguna suerte de indigente que no puede permitirse una hamburguesa.
En segundo lugar, se murió de cáncer de colon, a los veintiocho años. Saque aquí cada cuál sus conclusiones, todos sabemos que este tipo de enfermedades son un poco una lotería, y que el tío seguramente tenía el boleto de la predisposición genética, pero vaya, tampoco parece que quiso comprar más participaciones en la lotería de la muerte.
En tercer lugar, sin ser un canal enorme, tenía un tamaño aceptable e iba en ascenso. El tipo sabía lo que se hacía, no como esta guerrera trans cyberpunk que hace contenidos mucho menos interesantes que comer un kebab.
No pretendo en absoluto hacer leña del árbol podrido. Mi madre murió de lo mismo que este señor, y por lo que he visto en sus vídeos y por su demacrado aspecto, en una horrible y dolorosa situación parecida. Sé lo que es esa enfermedad y el dolor que produce en sus familiares algo tan horrible. Si se diera la minúscula posibilidad de que algún familiar o amigo de este famoso sujeto cayera en leer o ver este contenido de esta miserable guerrera trans cyberpunk, esto no es personal. Todas las personas nos morimos, y rara vez es algo positivo o agradable. En mi experiencia, es horrible. Yo seguramente muera desangrándome en una bañera, herida por mi propio cuchillo, dejando un patético cadáver.
Pero cuando una persona famosa muere y hace de su muerte un hecho público y notorio, se expone, aunque sea postumamente, a que se pueda opinar de sus acciones. Yo lo hago respetuosamente, aunque con mal gusto. Elijo y analizo este caso porque ha ocurrido y por lo tanto no tengo que especular.
Antes de que palmara, este enfermito publicó un vídeo en el que despedía de la gente con una especie de mensaje positivo: “no os olvidéis de vivir”, y literalmente dejaba el vídeo como algo motivacional. Algo así como una taza de Mr Wonderful, solo que en lugar de entrar en bancarrota, pues se muere. Ya esto a mí me parece realmente extraño, porque, ¿quién puede usar un vídeo de un moribundo para motivarse? El que lo haga sí que se merece la muerte, y no el otro, pero bueno, cada cuál tendrá sus preferencias.
El mensaje Mr Wonderful sí que me fastidia un poco. O sea, a lo mejor él si se olvidó de vivir, eso no lo sé, pero a mí todo lo que me ocurren son putas mierdas. Antes de transicionar ya me iba regular, pero ahora ya es que ni ingresos me tocan. Igual tengo que elegir entre prostituirme, delinquir o suicidarme, pero eh, que no me olvide de vivir. Maravilloso.
En cualquier caso tampoco voy a meterme mucho con el criterio del fallecido en sus días previos al deceso. Sé bien que a los moribundos los ponen bien de antidepresivos en los centros de paliativos, así que es posible que su juicio estuviera afectado, entre eso, la degeneración física y la muerte en sí.
Pero dejemos mis reticencias a los mensajes positivistas propios de esta era de redes sociales, porque es algo muy personal, y sigamos con los hechos más o menos objetivos.
El canal está acabado, y no porque no tenga más vídeos, sino porque ya nadie participa en los comentarios ni reciben particularmente más visitas. Los contenidos de este tipo parecen ser muy de “usar y tirar”, en el sentido de que la gente los ve en el momento, y después ya no tienen interacciones. Vamos, que un mes después están tan muertos como su autor.
La mayor parte de canales de youtube son un poco así. Contenidos sin mucho propósito más allá de proponer un entrenamiento vacío, que no exija pensar en absoluto, y que simplemente supongan una coexistencia que satisfaga a las tres partes: el autor, que consigue dinero, youtube, que consigue más dinero, y el espectador, que no sé lo que consigue por que no entiendo cuál es el propósito de ver a un tipo envenenándose de comida basura.
Pero es que si no me tomo el contenido como algo tan basura como la comida que se traga, entonces es peor. O sea, si lo que tengo que pensar es que está bien que un tipo que no ha comido una lechuga desde que lo destetaran se ponga a promocionar comida basura… antes me trago mi mejor peluca, de verdad. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Canales miserables promoviendo la adicción a las apuestas?
No voy a decir que me alegre de que los youtuber mueran, pero en cierto sentido sí creo que es positivo que se cierren sus canales. A ver, es en un sentido muy virtual e irrelevante, porque cuando el espacio de este contenido haya desaparecido del todo, será ocupado con el siguiente tipo tan despreocupado por su propia salud como por la de sus seguidores. Lo dicho, canales de apuestas, de cachas de gimnasios hasta arriba de esteroides, de invertir en bitcoins, o de cualquier puta mierda de las que hacen este mundo una miseria en la que prefiero olvidarme de vivir.
Y cuando cada uno de estos famosillos del tres al cuarto vaya ocupando su tumba y sus canales se detengan y sean sumidos por la irrelevancia, ¿en qué quedará todo? ¿Quién echará de menos a los youtuber muertos?
En primer lugar, su canal se dedicaba a reseñar comida basura. Y cuando digo basura, quiero decir, carnes ultraprocesadas, fritos, patatas fritas u otros snacks, dulces, y en una ocasión, cuando estaba en el hospital, un espárrago que se vio obligado a comer y que despreció como si fuera la comida de alguna suerte de indigente que no puede permitirse una hamburguesa.
En segundo lugar, se murió de cáncer de colon, a los veintiocho años. Saque aquí cada cuál sus conclusiones, todos sabemos que este tipo de enfermedades son un poco una lotería, y que el tío seguramente tenía el boleto de la predisposición genética, pero vaya, tampoco parece que quiso comprar más participaciones en la lotería de la muerte.
En tercer lugar, sin ser un canal enorme, tenía un tamaño aceptable e iba en ascenso. El tipo sabía lo que se hacía, no como esta guerrera trans cyberpunk que hace contenidos mucho menos interesantes que comer un kebab.
No pretendo en absoluto hacer leña del árbol podrido. Mi madre murió de lo mismo que este señor, y por lo que he visto en sus vídeos y por su demacrado aspecto, en una horrible y dolorosa situación parecida. Sé lo que es esa enfermedad y el dolor que produce en sus familiares algo tan horrible. Si se diera la minúscula posibilidad de que algún familiar o amigo de este famoso sujeto cayera en leer o ver este contenido de esta miserable guerrera trans cyberpunk, esto no es personal. Todas las personas nos morimos, y rara vez es algo positivo o agradable. En mi experiencia, es horrible. Yo seguramente muera desangrándome en una bañera, herida por mi propio cuchillo, dejando un patético cadáver.
Pero cuando una persona famosa muere y hace de su muerte un hecho público y notorio, se expone, aunque sea postumamente, a que se pueda opinar de sus acciones. Yo lo hago respetuosamente, aunque con mal gusto. Elijo y analizo este caso porque ha ocurrido y por lo tanto no tengo que especular.
Antes de que palmara, este enfermito publicó un vídeo en el que despedía de la gente con una especie de mensaje positivo: “no os olvidéis de vivir”, y literalmente dejaba el vídeo como algo motivacional. Algo así como una taza de Mr Wonderful, solo que en lugar de entrar en bancarrota, pues se muere. Ya esto a mí me parece realmente extraño, porque, ¿quién puede usar un vídeo de un moribundo para motivarse? El que lo haga sí que se merece la muerte, y no el otro, pero bueno, cada cuál tendrá sus preferencias.
El mensaje Mr Wonderful sí que me fastidia un poco. O sea, a lo mejor él si se olvidó de vivir, eso no lo sé, pero a mí todo lo que me ocurren son putas mierdas. Antes de transicionar ya me iba regular, pero ahora ya es que ni ingresos me tocan. Igual tengo que elegir entre prostituirme, delinquir o suicidarme, pero eh, que no me olvide de vivir. Maravilloso.
En cualquier caso tampoco voy a meterme mucho con el criterio del fallecido en sus días previos al deceso. Sé bien que a los moribundos los ponen bien de antidepresivos en los centros de paliativos, así que es posible que su juicio estuviera afectado, entre eso, la degeneración física y la muerte en sí.
Pero dejemos mis reticencias a los mensajes positivistas propios de esta era de redes sociales, porque es algo muy personal, y sigamos con los hechos más o menos objetivos.
El canal está acabado, y no porque no tenga más vídeos, sino porque ya nadie participa en los comentarios ni reciben particularmente más visitas. Los contenidos de este tipo parecen ser muy de “usar y tirar”, en el sentido de que la gente los ve en el momento, y después ya no tienen interacciones. Vamos, que un mes después están tan muertos como su autor.
La mayor parte de canales de youtube son un poco así. Contenidos sin mucho propósito más allá de proponer un entrenamiento vacío, que no exija pensar en absoluto, y que simplemente supongan una coexistencia que satisfaga a las tres partes: el autor, que consigue dinero, youtube, que consigue más dinero, y el espectador, que no sé lo que consigue por que no entiendo cuál es el propósito de ver a un tipo envenenándose de comida basura.
Pero es que si no me tomo el contenido como algo tan basura como la comida que se traga, entonces es peor. O sea, si lo que tengo que pensar es que está bien que un tipo que no ha comido una lechuga desde que lo destetaran se ponga a promocionar comida basura… antes me trago mi mejor peluca, de verdad. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Canales miserables promoviendo la adicción a las apuestas?
No voy a decir que me alegre de que los youtuber mueran, pero en cierto sentido sí creo que es positivo que se cierren sus canales. A ver, es en un sentido muy virtual e irrelevante, porque cuando el espacio de este contenido haya desaparecido del todo, será ocupado con el siguiente tipo tan despreocupado por su propia salud como por la de sus seguidores. Lo dicho, canales de apuestas, de cachas de gimnasios hasta arriba de esteroides, de invertir en bitcoins, o de cualquier puta mierda de las que hacen este mundo una miseria en la que prefiero olvidarme de vivir.
Y cuando cada uno de estos famosillos del tres al cuarto vaya ocupando su tumba y sus canales se detengan y sean sumidos por la irrelevancia, ¿en qué quedará todo? ¿Quién echará de menos a los youtuber muertos?